Es uno de nuestros principios fundamentales: un crecimiento económico respetable con el medio ambiente con el objetivo de que pague quien contamina, y que se actúe de forma preventiva para conservar el patrimonio natural y el ecosistema cubano, uno de los más valiosos del mundo, al tiempo que se consigue su puesta en valor para los objetivos económicos.
Las energías renovables alcanzarán más del 50% de la generación en el curso de diez años, para lo que se fomentará la inversión extranjera mediante contratos de licitación vinculados a la prestación competitiva de los servicios de electricidad. ULC quiere que Cuba sea una potencia medioambiental, poniendo su conocimiento científico al servicio de la protección del entorno.